Razones para NO ser nómada digital

Ser nómada digital no es un proceso rápido ni fácil, y qué horror conseguirlo para darte cuenta de que no es lo que quieres. O igual y esto te ayuda a ser mejor nómada digital que yo y así te evitas estas cosas.

Hice un video en TikTok con este titulo que medio causó polémica y voy a aprovechar el thunder para escribir un artículo de blog sobre el tema. DISCLAIMER. A ver, antes de que se me echen encima como la banda de TikTok, quiero decir que este artículo no es la verdad absoluta, ni es para que no te conviertas en nómada digital si eso es lo que deseas. Es mi experiencia y es para decirte, wey, es posible que pases por esto si te animas a intentarlo. Ser nómada digital no es un proceso rápido ni fácil, y qué horror conseguirlo para darte cuenta de que no es lo que quieres. O igual y esto te ayuda a ser mejor nómada digital que yo y así te evitas estas cosas. Ilustrado con fotos que tomé en Roma, Italia.

Hay un montón de nómadas digitales que te venden la idea de la computadora frente al mar mientras te tomas una piña colada, lo que es totalmente irreal. No porque no se pueda hacer, sino porque es increíblemente incómodo pretender trabajar de esta manera. Todos lo hemos intentado para la foto. Vas a estar sudando, con calor, tu computadora se va a llenar de arena y ni vas a poder ver bien la pantalla. Mi punto es que muchos te dicen que lo intentes y te muestran una idea ultra-romantizada de vivir viajando solo para después venderte un curso de cómo conseguirlo con su fórmula secreta y para que consumas el contenido que monetizan. Nunca he comprado uno de estos cursos, quizás algunos sean buenos y otros no. Qué sé yo. La neta, de este blog yo no genero ni un peso (ojalá algún día genere algunos pesos de escribir estos artículos porque me tardo un chingo), lo hago por mero gusto y por poner ahí afuera lo que yo no encontré cuando estaba viviendo mi propio proceso. A mí de esto, NADIE ME AVISÓ.

 

 

Soledad, hazme un favor, yo te lo ruego.

Era tan fan de Gloria Trevi en la secundaria que la fui a ver a un concierto una vez (qué vergüenza me dio cuando me enteré en lo que andaba metida la señora). En fin, empezamos fuerte y cantando con el tema de la Soledad.

Yo creo que hay dos tipos de soledad. La física, cuando estás literalmente solx porque no hay nadie alrededor de ti; y la emocional, cuando puede haber gente a tu alrededor pero tú te sientes solx. En ruta, uno vive las dos. La realidad es que si te vas de nómada digital, o emprendes un viaje largo por tu cuenta (sin amigos cercanos, o ningún familiar) la soledad toca la puerta de tu casa (u hostal, o airbnb). Cada quien la enfrenta diferente y tenemos diferentes niveles de comodidad ante ella. También depende de la situación por la que estés pasando. En algunos momentos la abrazamos, le damos la bienvenida y nos sentamos a tomar café con ella. Cuando menos la queremos ver, viene y te apuñala por la espalda. Es medio hija de putx si no estamos de humor para andarla aguantando.

 

 

Una influencer de viajes me respondió diciendo que si me siento sola ES PORQUE QUIERO, que hay muchas maneras de conocer personas. Como cuando le dices a alguien que te sientes mal y te responden “ay no te sientas mal”. No pues, gracias. Siempre he dicho que para mí, las personas que uno conoce en los viajes son la mejor parte de la experiencia. Pero la neta, es que no son tus amigos de toda la vida, ni tu familia. Y el tiempo que a veces pasamos con ellos es tan corto, que es difícil realmente construir un vínculo cercano. Es tan simple como comparar el nivel de amistad que puedes tener con alguien que conoces de hace una semana, con tu mejor amiga que conoces de toda la vida, o con tu hermano. El nivel de confianza, de compañerismo y de fiabilidad no es el mismo.

Si te enfermas, si te lastimas, si te roban algo, si te acosan, si tienes un accidente, si tienes cualquier problema… Hay un montón de situaciones en los que vas a querer poder ir a ver a tu mamá o papá y darles un abrazo, o caerle a casa de tu amigx con unas caguamas, o pedirle a alguien que te haga algún favor. Y pues en muchos casos te vas a tener a ti mismo nada más.

 

 

Viajar es como bailar, es cuestión de agarrar el ritmo.

Me adapté esta frase de uno de mis libros favoritos, no crean que soy tan elocuente. Yo empecé haciendo slow travel. Definitivamente creo que es la mejor manera de hacerlo. Slow travel se trata de llegar a un destino y quedarte varios meses ahí para conocerlo bien. El problema es que en algún momento, es posible que en lugar de que tu viaje sea una canción tranquilita de Caloncho, o un vals o una balada, se convierta en una salsa de Marc Anthony con tantas vueltas que terminas bien mareadx.

La razón es esta: Tu pasaporte no te va a permitir quedarte muchísimo tiempo en un mismo país. Y si viajas lejos, ya compraste un vuelo CARÍSIMO para llegar a tu destino, lo más probable es que vas a querer ver lo más que puedas, ¿no?

Por ejemplo, pagas unos 20 mil MXN (unos 1000 USD) para volar de México a Roma. Sabiendo que puedes tomarte un vuelo a París, o un tren a otra ciudad por 400 MXN (unos 20 USD), y que tu tiempo en Europa (Schengen) es limitado, ¿te irías sin haber conocido nada más en Europa que Roma? Pues no sé, cada quién… igual y lo más sabio es ir lento y regresar después a conocer más, pero a mí me da un chingo de codo como para no aprovechar (mexicano para decir que se me hace muy caro). ¿Tú qué harías en este caso?

 

 

En Argentina, los mexicanos podemos quedarnos unos tres meses; en Turquía, podemos quedarnos un mes; para la Unión Europea (Schengen), tenemos tres meses*. Yo en México bien cómoda me rentaba Airbnbs mensuales y viví, por ejemplo, unos meses en Oaxaca. Pero de México nadie me va a correr. Dependiendo del tiempo que nos podamos quedar en un país, y de qué tan caro sea, y de qué tanto queramos visitar, elegiremos el ritmo de nuestro viaje. En ocasiones podremos quedarnos muchos meses en una sola ciudad, en otras ocasiones tendremos que movernos cada 4, 5 días o cada 2,3 semanas. Y no tiene nada de malo, pero claro, moverse así tiene sus complicaciones.

*Cabe aclarar que son aproximados. No se tomen estas fechas como regla general, si quieren saber exactamente chequen en la guía del viajero o con la embajada correspondiente. Luego les escribo un artículo con lo específico.

 

Si te mueves mucho…

Así que bueno, ya supusimos que vamos a estarnos moviendo en algunos destinos. Ahora el problema de esto es que hay que estar arrastrando toda nuestra existencia, refiriéndome a uno mismo y a todos nuestros tiliches (como dice mi mamá). Pues tú y tu maleta, o maletas, o mochilas, van a andarse trasladando por medio mundo. El nivel de fastidio dependerá de qué tan bueno seas empacando, yo soy terrible todavía. Seguramente terminarás abandonando cosas en el camino, y con el tiempo aprenderás a adaptarte. Uno casi siempre empaca de más “por si acaso”. Entre más largo sea tu viaje, el consejo es empacar de menos “por si acaso”. Si algo te hace falta, es preferible comprarlo en el destino a estar cargando por meses algo que no vas a usar.

Y pues en este párrafo no te puedo explicar lo cansado que es moverte así y dormir en camas diferentes cada no sé cuántos días, o cada pocas semanas. Sobre todo si no estás acostumbrado a tanta actividad física. Porque obviamente el traslado y cargar tus cosas es una parte. Añade caminar kilometros explorando tu destino. Yo creo que un día intenso para mi, son unos 27 mil pasos. Un día promedio camino unos 15 mil (en una ciudad chica-mediana para estándares Latinoamericanos / ciudades grandes para estándares Europeos). El punto es que tu cuerpo te reclama.

 

 

¿Planear o no planear?

El otro tema son los hospedajes. Paso importante para lograrlo sin morir en el intento: Reserva con anticipación. Me supera la cantidad de veces que estuve desesperada porque se me ocurrió viajar a X ciudad en temporada alta, y quería quedarme otra noche pero no quedaba nada decente para reservar, y luego no tenía en dónde dormir. Yyy la cantidad de viajeros que he conocido que han pasado por lo mismo, me muero. No te imaginas lo común que es. Aunque tampoco te voy a mentir, cada una de estas situaciones resultaron en experiencias increíbles que nunca olvidaré. Pero bueno, dicen que el sentido común es el menos común de los sentidos. Aplica para mí en cada uno de los momentos en que viví esta situación. Igual y tu eres mejor planeador que yo y no te pasa nunca. Yo a veces no planeo tanto porque me gusta la aventura, la incertidumbre y poder moverme con mayor flexibilidad. Sobre todo en el tipo de viajes en el que decido que quiero ver mucho. Cuando elijo una ciudad para quedarme meses, rento un solo lugar desde el principio porque sale más barato.

 

Del hospedaje…

Dependiendo de tu presupuesto y preferencias, serán los lugares que puedas rentar. Hay mil opciones, desde Airbnb, departamentos, hostales, hoteles… Lo más barato y lo mejor para conocer gente son los hostales. El tema de ser nómada en hostal es que es un volado. Puedes encontrar hostales equipados para nómadas con espacios de coworking, cafecito en la mañana, super buen internet y como todos trabajan, todos son super respetuosos; o te puedes topar con un party hostel en donde la gente llega borracha a la habitación a las 4 de la mañana y te prende la luz sin piedad, o entran gritando. O peor, que no te puedas aguantar y que a pesar de tener que trabajar, seas tu el borracho que llega a las 4 de la mañana a dormir.

Aunque bueno, los Airbnbs y los hoteles tampoco son garantía. Una vez me pasó que estaba cansada de dormir en habitaciones compartidas de hostal y me fui a un Airbnb a “descansar mejor” según yo y la cama estaba peor que la del hostal…

 

 

Tu cuerpo probablemente va a cambiar.

Aunque para cada quién la experiencia es diferente, al viajar, nuestros hábitos cambian y como consecuencia, nuestro cuerpo también. Para algunos puede no ser un problema, pero para otros sí. Personalmente, me encanta hacer ejercicio y comer sano pero ha sido muy difícil balancear la vida de nómada digital y la vida de persona saludable. Puede ser que subas muchísimo de peso por comer en la calle, o por probar la comida increíble de los lugares que visites. A veces preferimos destinar nuestro tiempo libre a explorar, conocer gente, o ir de fiesta en lugar de hacer ejercicio, o tomarnos el tiempo de cocinar algo. O lo contrario, puede ser que bajes muchísimo de peso por caminar un montón y por ahorrar tanto que a veces hasta te saltes comidas. Ninguno de los dos es saludable. Aquí se trata de aprender a balancear y la realidad es que es un proceso. Y este proceso es diferente para cada quién.

 

Cuida tus emociones.

La montaña rusa emocional no creo sea sólo cosa mía. Al estar de viaje, nos exponemos a tantas emociones y vivimos tantas experiencias tan rápido y tan intensamente que a veces encontrar nuestro centro, balancear y gestionar todo lo que sentimos se puede volver un desafío.

El tema principal de éste artículo es exponer que el ser nómada digital no es todo color de rosa. Así como en cualquiera que sea el camino que decidamos elegir, ya sabemos de entrada que hay altas y bajas. A veces idealizamos el viajar porque pensamos que son como vacaciones, o hay quienes piensan que estamos “escapándonos de nuestra vida”. No sé ustedes pero yo cuando viajo, a mí, mi realidad y mi vida me persiguen. Cuando lo negativo de la vida se asoma por la ventana, es humano sentirse mal. Y cuando las maravillas de vivir de viaje se combinan con la experiencia de ser humano, pues la bola de nieve emocional se presenta y en ocasiones puede sentirse como una avalancha. De felicidad, de plenitud, de soledad, de confusión…

Es parte de la experiencia humana. Y lo mejor que podemos hacer como personas y en este caso, como nómadas digitales, es aprender a procesar lo que estamos sintiendo. Entender nuestras emociones, sentirlas, vivirlas, disfrutarlas y dejarlas pasar. Yo tengo mi psicóloga en línea y ha sido una joya tener mi terapia a pesar de la distancia. Y a cualquiera que viva esta experiencia, no de ser nómada, sino de ser humano y de estar vivo, le recomiendo que aunque sea una vez en la vida se acerque a unx psicólogx, simplemente para aprender a entenderse mejor.

 

 

En fin,

Una vez leí un libro que decía: la vida se trata de elegir tus problemas. Porque los problemas nunca los vamos a poder eliminar, siempre se van a presentar de una u otra manera. Así que, según el autor, la felicidad es más fácil alcanzarla cuando sabemos elegir nuestras complicaciones.

En conclusión, al ser nómada digital, te vas a estar moviendo un montón. Vas a estar solx mucho tiempo. Vas a gastar muchísimo dinero. Vas a extrañar a tus amigos y familia. Te vas a cansar como nunca. Te va a doler todo el cuerpo. Si reservas en hostal vas a compartir cuarto y baño con 4-6-8-10 personas. Si reservas en airbnb u hotel para estancias cortas te va a salir bien caro. Si tu estancia es larga, tu flexibilidad y tiempo para conocer otros destinos disminuye. Tu cuerpo va a cambiar. Tu dieta va a cambiar. Tus hábitos y rutina van a cambiar. Y todo mientras trabajas y además pasas por tus procesos naturales de la existencia humana (insertar cualquier situación: enfermedades, problemas familiares, relaciones de pareja, expectativas, accidentes, emociones complejas, depresión, ansiedad, inseguridades, deudas, soledad, miedo, confusión, etc.)

Si a pesar de saber que posiblemente pasarás por una o dos o todas estas cosas, todavía crees que vale la pena por todo lo bueno que puedes encontrar en el mundo a través de esta experiencia, lánzate a la aventura. Nos vemos del otro lado. No te lo voy a negar, es increíble y ha sido la mejor decisión de mi vida.

 

Compartir

Otros artículos